La soledad, es ambas cosas.
Un mal, cuando queremos compartir nuestras experiencias, los pensamientos, los deseos.
Una oportunidad, si el proceso que predomina es de autorrealización.
Más que para compartir males, la compañía enriquece y facilita la vida. Y sí, es necesaria. No puedes negar que es riquísimo tener a alguien para compartir la vida, las pasiones.
Es como un delicado elixir que nos mantiene vivos y felices.
1 marzo 06
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