Escribir, para mi, más que una forma de expresión, es una necesidad.
La mayoría de las veces, aclaro, lo hago sin un propósito definido. Es más, ahora que lo pienso, generalmente no es algo que acostumbre a compartir con los demás (por favor no pregunten por qué he decidido hacerlo justo ahora).
Independientemente de todo ello, escribir siempre me ha servido para aceptar circunstancias, para comprender, para desahogarme, para disfrutar, pero sobre todo, para recordar, para dejar una evidencia de las circunstancias agradables y desagradables que en definitiva han impactado mi vida. Es tan sólo eso, una evidencia; posiblemente pasajera, pero digna de contar.
Independientemente de todo ello, escribir siempre me ha servido para aceptar circunstancias, para comprender, para desahogarme, para disfrutar, pero sobre todo, para recordar, para dejar una evidencia de las circunstancias agradables y desagradables que en definitiva han impactado mi vida. Es tan sólo eso, una evidencia; posiblemente pasajera, pero digna de contar.
Elegí hacerlo por este medio, solamente por la facilidad. Total, aquí cada quién decide si continúa leyendo. Será un honor para mi saber que permanecen por interés y no miento cuando digo que me encantaría saber su opinión.
Los abrazo, con palabras, por supuesto